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Análisis de la tributación y el sistema regulatorio de criptomonedas en Malasia

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1. Descripción general del sistema tributario básico de Malasia

En Malasia, los impuestos se clasifican en directos e indirectos. Los impuestos directos abarcan el impuesto sobre la renta, el impuesto sobre las ganancias de bienes raíces y el impuesto sobre la renta del petróleo, entre otros. Por su parte, los impuestos indirectos incluyen impuestos internos, derechos de aduana, impuestos de importación y exportación, así como el impuesto sobre ventas, el impuesto sobre servicios y el timbre. Asimismo, tanto el gobierno federal como los gobiernos locales aplican un sistema de distribución de impuestos. El gobierno federal gestiona los impuestos nacionales y formula políticas fiscales cuya implementación es responsabilidad del Departamento de Aduanas Internas y el Departamento Real de Aduanas.

El Departamento de Aduanas Internas se ocupa principalmente de los impuestos directos (como el impuesto sobre la renta y el impuesto sobre el petróleo), mientras que el Departamento Real de Aduanas se encarga de los impuestos indirectos. Los gobiernos estatales también imponen impuestos sobre la tierra, minerales, recursos forestales, licencias, entretenimiento, hoteles y números de casas, entre otros.

1.2 Impuestos en Malasia

1.2.1 Impuesto sobre la renta de sociedades

Las empresas registradas en Malasia están sujetas a impuestos sobre la renta por todos sus ingresos. Para las empresas malasias con capital pagado de hasta RM2.5 millones, los primeros RM150,000 de ingresos están gravados a una tasa del 15%, la parte entre RM150,000 y RM600,000 se aplica a un impuesto del 17%, y los ingresos restantes se gravan a una tasa estándar del 24%. Por otro lado, para las empresas malasias con capital pagado superior a RM2.5 millones, la tasa impositiva es del 24%. Igualmente, la tasa impositiva para las empresas extranjeras es del 24%.

1.2.2 Impuesto sobre la renta personal

Los residentes en Malasia están sujetos a impuestos sobre la renta por los ingresos generados dentro del país, así como por los ingresos remitidos desde el extranjero y aquellos obtenidos por no residentes trabajando en Malasia. La tasa del impuesto sobre la renta personal varía entre el 0% y el 30%, con una tasa del 0% para ingresos inferiores a RM5,000 y del 30% para ingresos superiores a RM2 millones. Para los ciudadanos extranjeros, la tasa se fija en el 30%.

1.2.3 Impuesto de retención

El impuesto de retención es deducido y pagado directamente a la oficina de impuestos por el pagador en Malasia. Tanto las empresas como los individuos no locales están sujetos a este impuesto: 10% para ingresos especiales (uso de bienes muebles, servicios técnicos), 15% para intereses, 10% para honorarios de contrato, 10% para contratistas y 3% para empleados, y otro 10% para comisiones y honorarios de agencia. Las tasas del impuesto de retención pueden variar según las regulaciones fiscales sobre la doble imposición firmadas entre Malasia y el país del beneficiario.

1.2.4 Impuesto sobre las ganancias de bienes raíces

Este impuesto se aplica a la venta de terrenos y a cualquier derecho relacionado con la tierra en Malasia, incluyendo las ganancias de la venta de acciones en empresas inmobiliarias. La tasa del impuesto es del 30% si se realiza la venta dentro de los 3 años posteriores a la adquisición, 20% y 15% si se venden en el cuarto y quinto año tras la adquisición, respectivamente, y 5% si se venden en el sexto año o más tarde.

1.2.5 Impuestos de importación y exportación

La mayoría de los bienes importados en Malasia están sujetos a impuestos de importación, que se clasifican en tasas ad valorem y específicas. Malasia aplica aranceles preferenciales con los países de ASEAN, con las tasas de impuestos de importación para productos industriales variando entre el 0% y el 5%. También existen impuestos de importación bajo acuerdos de libre comercio con Japón y dentro del marco del Área de Libre Comercio China-ASEAN y Corea-ASEAN. Los impuestos de exportación se aplican sobre productos basados en recursos, con tasas que varían entre el 0% y el 20%.

2. Políticas fiscales sobre criptomonedas en Malasia

Desde una perspectiva legal, las criptomonedas no son consideradas moneda de curso legal en Malasia. Según la Ley del Banco Nacional de 2009 y las declaraciones emitidas por el Banco Nacional de Malasia en 2014, criptomonedas como Bitcoin no funcionan como medio de pago oficial. Esto significa que los comerciantes no están obligados a aceptarlas y, por ende, no cuentan con una protección legal en términos de pago. A pesar de no reconocer su estatus monetario, la Comisión de Valores de Malasia clasifica algunas criptomonedas (especialmente aquellas con características de financiación o inversión) como activos digitales e incluye estas dentro del marco regulatorio de valores establecido por la Ley de Mercados de Capitales y Servicios (CMSA).

De acuerdo con las regulaciones de activos digitales promulgadas en 2019 y las Directrices de Activos Digitales posteriores, todos los tokens considerados como contratos de inversión y gestionados por terceros, con expectativas de beneficios, se identifican como tokens de seguridad. Las actividades de emisión y comercio deben contar con la aprobación de las autoridades regulatorias de valores. Por otro lado, las plataformas de comercio de activos digitales aprobadas deben registrarse como “Operadores de Mercado Reconocidos”, siendo Luno, Tokenize y SINEGY algunas de las plataformas que ya han obtenido licencias.

2.2.1 Cómo se gravan los impuestos

Malasia no clasifica las criptomonedas como activos de capital, y su oficina de impuestos aún no ha emitido directrices claras sobre la tributación de transacciones en criptomonedas. No obstante, esto no implica que las transacciones estén exentas de impuestos. Actualmente, Malasia no gravará las ganancias de capital provenientes de criptomonedas en manos de individuos. Sin embargo, si una persona realiza una actividad comercial relacionada (como la compra-venta de criptomonedas), las ganancias pueden considerarse ingresos comerciales y estar sujetas a impuestos. En caso de que el solicitante lleve a cabo un comercio activo con criptomonedas o sea clasificado por las autoridades fiscales como un “comerciante diario”, estará obligado a pagar impuestos sobre la renta personal.

Las autoridades fiscales pueden considerar a un comerciante diario a aquellos que cumplan con ciertas condiciones. Aunque Malasia carece de un impuesto sobre las ganancias de capital, la Junta de Ingresos Internos de Malasia podría intentar clasificar a un solicitante como tal, incluso si no realiza un comercio activo. Sin embargo, si el solicitante puede demostrar que solo está acumulando criptomonedas a largo plazo, no se le impondrán impuestos.

2.2.2 Método de cálculo de impuestos

En el marco fiscal actual de Malasia, las entidades que se dedican únicamente al trading intradía de criptomonedas deben cumplir con obligaciones fiscales. El cálculo de su ingreso imponible sigue una regla sencilla: la diferencia entre el precio de venta de la criptomoneda y su base de costo (o costo de adquisición) se reconoce como ingreso sujeto a impuestos. Para los contribuyentes que reciben transacciones en forma de criptomoneda, se debe confirmar el ingreso imponible basado en el valor de mercado justo de la criptomoneda en el momento de adquisición, según las disposiciones de la Ley del Impuesto sobre la Renta. Esto implica que deben declarar y pagar el impuesto sobre la renta en consecuencia.

Si las autoridades fiscales determinan que las transacciones de criptomonedas de un contribuyente constituyen una “actividad empresarial arriesgada” (definida en la Sección 33(1) de la Ley del Impuesto sobre la Renta), los gastos incurridos para generar dicho ingreso son deducibles antes de impuestos, a menos que estén expresamente enumerados como partidas no deducibles en la Sección 39. Esta disposición se extiende a los costos de financiamiento y otros gastos directamente relacionados con las tenencias de criptomonedas, ampliando así las posibles deducciones fiscales.

Cabe destacar que, a pesar de la distinción teórica en la legislación entre el tratamiento fiscal de las tenencias de capital y las transacciones operativas, en la práctica, esta línea es a menudo difusa. Por ejemplo, si un contribuyente compra Bitcoin inicialmente con fines de inversión y posteriormente lo utiliza para pagar deudas, esto podría modificar la clasificación fiscal de la transacción, con la consiguiente necesidad de un ajuste de base imponible.

3. Establecimiento y mejora del marco regulatorio de criptomonedas en Malasia

Malasia está trabajando activamente para desarrollar un marco regulatorio integral para la industria de criptomonedas. Con la evolución del mercado y las tendencias internacionales, el país ha comenzado a formar un sistema regulatorio paralelo de doble vía, con la Comisión de Valores (SC) y el Banco Nacional (BNM) actuando como núcleos responsables de la supervisión de los atributos de valores de las criptomonedas y la gestión de áreas de estabilidad financiera, como los pagos y la prevención del lavado de dinero. Este artículo resume brevemente los cambios en el marco regulatorio de criptomonedas en Malasia durante la última década:

  • En 2014, el BNM declaró que las criptomonedas no eran moneda de curso legal y no regularían su uso, advirtiendo al público sobre los riesgos de las transacciones en criptomonedas.
  • En 2018, el BNM publicó la Política de Prevención de Lavado de Dinero y Contra la Financiación del Terrorismo que clasifica a los proveedores de servicios de criptomonedas como “instituciones reportantes”, exigiendo la implementación de estrictas verificaciones de identidad del cliente y sistemas de reporte de transacciones sospechosas. Esta medida inició la inclusión de las criptomonedas en la visión regulatoria de Malasia, enfocándose en la prevención del lavado de dinero y la transparencia financiera.
  • En 2019, la SC anunció nuevas regulaciones para monedas digitales, incluyendo las monedas digitales características de valores en el ámbito de la Ley de Mercados de Capitales y Servicios.
  • En 2020, la SC lanzó directrices más sistemáticas sobre activos digitales, detallando las condiciones para ICO, uso de fondos y umbrales para inversores, así como requerimientos de cumplimiento para intercambios y regulación de divulgación de información por parte de los operadores.
  • Entre 2021 y 2022, los reguladores malasios se centraron en hacer cumplir las plataformas y alinearlas con los estándares internacionales, intensificando la aplicación contra plataformas no autorizadas y colaborando con agencias regulatorias internacionales para investigar y evaluar formas emergentes de activos como DeFi y stablecoins.
  • El 19 de agosto de 2024, la SC revisó las Directrices de Activos Digitales, clarificando el estatus de las monedas digitales como valores bajo la Ley de Mercados de Capitales y Servicios, y detallando los requisitos para la recaudación de fondos a través de ICOs e IEOs, así como regulaciones operativas para los servicios de custodia.

4. Resumen y perspectivas

El gobierno de Malasia ha adoptado una estrategia prudente y gradual respecto a la regulación y tributación de las criptomonedas, enfatizando la apertura moderada del espacio de innovación bajo el principio de asegurar la estabilidad del sistema financiero y la protección del inversor. Así, se ha establecido un marco regulatorio de criptomonedas relativamente claro a través de la Comisión de Valores y el Banco Nacional, incorporando activos digitales reconocidos en la Ley de Mercados de Capitales y Servicios, exigiendo licencias a las plataformas de comercio de criptomonedas y cumpliendo estrictamente con las obligaciones contra el lavado de dinero (AML/CFT).

Aunque actualmente Malasia no impone un impuesto sobre las ganancias de capital a las criptomonedas, las autoridades fiscales han dejado claro que tanto individuos como empresas involucrados en comercio activo, minería y otras actividades lucrativas deben incluir los ingresos relevantes en sus declaraciones de impuestos. Este enfoque fiscal “orientado a su uso” no solo mantiene la base impositiva, sino que también otorga flexibilidad política para los poseedores a largo plazo, garantizando la atractividad del mercado.

Con la creciente aceptación de criptomonedas en Malasia, el número de usuarios en plataformas de comercio reguladas como Luno y Tokenize sigue aumentando, mostrando una tendencia de expansión constante. Los reguladores también han comenzado a prestar más atención a formas emergentes como NFTs, stablecoins y DeFi, así como a la cooperación regulatoria a nivel regional. Se espera que el desarrollo del mercado de criptomonedas en Malasia se evolucione hacia “mayor conformidad y coordinación regional”. Con la promoción de normas regulatorias internacionales (como las recomendaciones del FATF y el marco MiCA), Malasia podría fortalecer el intercambio de datos transfronterizos y los mecanismos de supervisión para stablecoins.

La digitalización del cumplimiento tributario también será una tendencia, fomentando la integración de las criptomonedas en el sistema financiero convencional. De este modo, se espera que Malasia continúe liberando el potencial de crecimiento de su economía de criptomonedas, garantizando al mismo tiempo que los riesgos permanezcan bajo control.

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