Colaboración entre Binance y Europol
La bolsa de criptomonedas más grande del mundo por volumen de negociación, Binance, ha colaborado con Europol para desmantelar una plataforma internacional de pedófilos que contaba con casi 2 millones de usuarios. Según un anuncio de Binance, la plataforma participó en la Operación Stream, una acción global coordinada por Europol contra la explotación sexual infantil en línea.
Desmantelamiento de Kidflix
Binance contribuyó al desmantelamiento de Kidflix, una plataforma de explotación que tenía 1.8 millones de usuarios a nivel internacional, al identificar billeteras mediante un análisis exhaustivo de blockchain.
«A diferencia de los foros tradicionales, Kidflix monetizaba el abuso. Los usuarios pagaban por acceder a transmisiones en directo usando criptomonedas, que se convertían en tokens internos. Pero esto no era solo un pago por ver. Los delincuentes también podían obtener tokens al subir CSAM (material de abuso sexual infantil), etiquetarlo y validar descripciones, esencialmente, gamificando la explotación.»
Las herramientas forenses de Binance y sus esfuerzos en el intercambio de datos fueron fundamentales para rastrear estos pagos, que quedan registrados de manera permanente en blockchains públicas. En total, más de 120 usuarios de Kidflix fueron identificados gracias al apoyo de Binance.
El uso de tecnología y el impacto
El uso de la tecnología blockchain por parte de Kidflix contribuyó, en parte, a su caída. Según un informe de Fortune, Europol proporcionó a Binance una lista de billeteras de criptomonedas vinculadas a Kidflix. Binance, a su vez, comparó estas billeteras con su propia base de datos, lo que llevó a identificar 120 billeteras de Binance vinculadas a Kidflix. La Directora Ejecutiva de Europol, Catherine De Bolle, declaró en un comunicado de prensa:
«La dimensión digital ha impulsado una rápida evolución en la explotación sexual infantil en línea, brindando a los delincuentes una plataforma sin fronteras para contactar y preparar a sus víctimas, así como para crear, almacenar e intercambiar material de abuso sexual infantil. Algunos intentan enmarcar esto como un simple problema técnico o cibernético, pero no lo es. Hay verdaderas víctimas detrás de estos crímenes, y esas víctimas son niños. Como sociedad, debemos actuar para proteger a nuestros niños.»
