Regulaciones del Banco Central de Brasil sobre Criptomonedas
El Banco Central de Brasil ha finalizado las regulaciones que someten a las empresas de criptomonedas a una supervisión similar a la bancaria, clasificando las transacciones de stablecoins y ciertas transferencias de billeteras de autocustodia como operaciones de cambio. A través de las Resoluciones 519, 520 y 521, publicadas el lunes, el Banco Central do Brasil (BCB) ha establecido estándares operativos y procedimientos de autorización para lo que denomina Sociedades Prestadoras de Servicios de Activos Virtuales (SPSAVs), una nueva categoría de proveedores de servicios de activos virtuales con licencia que operan en el país. Este marco amplía las regulaciones existentes sobre protección al consumidor, transparencia y Prevención de Lavado de Dinero (AML) a corredores de criptomonedas, custodios e intermediarios. Las nuevas reglas entrarán en vigor el 2 de febrero de 2026, con informes obligatorios para operaciones de mercado de capitales y transacciones transfronterizas que comenzarán el 4 de mayo de 2026.
Stablecoins bajo regulaciones de cambio
Según la Resolución 521, la compra, venta o intercambio de activos virtuales vinculados a moneda fiduciaria, incluidas las transferencias o pagos internacionales utilizando dichos activos, se considerará como operaciones de cambio (FX). Con esta clasificación, la actividad de las stablecoins estará sujeta al mismo escrutinio que las remesas transfronterizas o las operaciones de cambio de divisas. Las instituciones de cambio con licencia y las nuevas SPSAVs podrán llevar a cabo estas operaciones, sujetas a limitaciones de documentación y valor. Según el BCB, las transacciones con contrapartes extranjeras no autorizadas estarán limitadas a $100,000 por transferencia.
Las regulaciones también abarcan las transferencias hacia y desde billeteras de autocustodia cuando son intermediadas por un proveedor de servicios. Esto implica que los proveedores deben identificar al propietario de la billetera y mantener procesos que verifiquen el origen y destino de los activos, incluso si la transferencia en sí no es transfronteriza. Esta disposición extiende las obligaciones de AML y transparencia a áreas que anteriormente se consideraban fuera del alcance de las finanzas reguladas. Aunque las reglas no prohíben explícitamente la autocustodia, cierran una brecha clave en los informes, obligando a los intercambios y corredores regulados a tratar las interacciones de billetera como operaciones de cambio formales.
El BCB busca promover la eficiencia y la certeza legal
En su anuncio, el BCB afirmó que su objetivo es garantizar «mayor eficiencia y certeza legal», prevenir el arbitraje regulatorio y alinear las actividades de criptomonedas con las estadísticas de balanza de pagos (BoP) del país, lo que implica hacer visibles las transferencias de stablecoins en los datos financieros oficiales. Esta medida sigue meses de consulta pública y una creciente preocupación del banco central sobre el uso predominante de stablecoins en Brasil. El 7 de febrero, el presidente del BCB, Gabriel Galipolo, mencionó que alrededor del 90% de la actividad de criptomonedas en Brasil involucraba stablecoins, utilizadas principalmente para pagos. Galipolo destacó que el uso generalizado de stablecoins en los pagos presentaba desafíos regulatorios y de supervisión, especialmente en áreas como el lavado de dinero y la tributación.
El Banco Central de Brasil ha indicado que el nuevo marco tiene como objetivo frenar las estafas y actividades ilícitas, al tiempo que proporciona claridad legal a los mercados de criptomonedas.
Nuevas reglas pueden impactar a pequeñas empresas de criptomonedas
Para los creadores de criptomonedas, esto podría aumentar los costos de cumplimiento y transformar la manera en que las plataformas locales interactúan con la liquidez global. Los actores más pequeños en el ámbito de las criptomonedas se verán obligados a competir con instituciones más grandes y a cumplir con estándares más estrictos de calidad bancaria. Las nuevas reglas entrarán en vigor en febrero de 2026, pero se espera que los participantes del mercado comiencen a reestructurarse antes de esa fecha.
Para Brasil, donde la actividad de criptomonedas es solo superada por Argentina en América Latina, estas nuevas regulaciones marcan un cambio decisivo de la experimentación a la supervisión integrada. Las nuevas reglas demuestran que las criptomonedas son bienvenidas en el ecosistema financiero brasileño, pero deberán seguir las mismas normativas que el dinero fiduciario.