Introducción
En junio de 2023, la Unión Europea publicó oficialmente la “Ley de Mercados en Activos Criptográficos” (MiCA), que entrará en vigor el 30 de diciembre de 2024. Esta ley se aplicará a los 27 estados miembros de la UE y a otros tres países del Espacio Económico Europeo (Noruega, Islandia y Liechtenstein).
MiCA responde a problemas de fragmentación y arbitraje regulatorio en la regulación de activos criptográficos en la UE y el Espacio Económico Europeo, siendo considerada la ley más integral sobre criptomonedas a nivel mundial. Según el principio de supervisión categorizada, MiCA ha establecido disposiciones detalladas sobre la definición y uso de activos criptográficos, los permisos para emisores y proveedores de servicios de activos criptográficos, y la supervisión de la prevención del lavado de dinero en las actividades de trading de estos activos. A partir de 2025, a medida que MiCA comience a implementarse en Europa, se espera que impulse el desarrollo sostenible del mercado global de activos criptográficos y que sirva como referente en la formulación de políticas en otros países.
Clasificación y definición de activos criptográficos y requisitos de uso y comercio
MiCA clasifica los activos criptográficos en tres categorías, según su método de estabilización de valor: Tokens de Dinero Electrónico (EMT), Tokens Referenciados a Activos (ART) y “Tokens de Utilidad” (UT). Los activos completamente descentralizados no están regulados por MiCA.
El EMT mantiene su valor vinculado a una moneda oficial y es considerado un medio de pago. Queda prohibido a sus emisores pagar intereses por dichos tokens. El ART, en cambio, mantiene un valor estable en relación a otros activos y puede ser utilizado tanto como medio de transacción como herramienta de inversión. Los emisores no podrán pagar intereses a los tenedores de ART. La diferencia crucial radica en el derecho de reclamación: los tenedores de EMT pueden redimir su valor nominal en cualquier momento, mientras que el ART no ofrece garantías equivalentes.
Otra categoría, los UT, otorgan acceso digital a bienes o servicios y son utilizados principalmente en plataformas digitales. Los tokens no fungibles (NFT) y las monedas digitales de bancos centrales (CBDC) no están sujetos a regulación en el ámbito de MiCA, siendo los tokens de seguridad regulados por las normativas de valores. Ejemplo de los requisitos regulatorios de MiCA para activos criptográficos y sus emisores: MiCA limita el volumen de comercio diario de un solo ART o EMT a un máximo de 5 millones de euros, y establece que si el valor de mercado sobrepasa los 500 millones de euros, el emisor debe informar al regulador y cumplir con requisitos adicionales. MiCA permite el uso de EMT para operaciones en criptomonedas pero impone restricciones para el pago de bienes y servicios, permitiendo únicamente stablecoins en euros para tales transacciones.
Requisitos de licencia para emisores de activos criptográficos y proveedores de servicios
MiCA propone requisitos más estrictos para los emisores de ART, que deben estar establecidos como entidades legales en la UE y obtener autorización de la autoridad reguladora correspondiente. Existen exenciones posibles bajo ciertas condiciones, como cuando el ART emitido es menor a 5 millones de euros o cuando el emisor es una institución de crédito. Para los EMT, se requiere que sean autorizados como instituciones de dinero electrónico.
MiCA define ampliamente las actividades comerciales relacionadas con los servicios criptográficos y clasifica a cualquier entidad que ofrezca estos servicios de manera comercial como proveedor de servicios de activos criptográficos (CASP). Estos proveedores deben registrarse en uno de los estados miembros de la UE y solicitar autorización a la autoridad competente. Importante destacar que las actividades completamente descentralizadas no están dentro del ámbito de regulación de MiCA.
Requisitos operativos para emisores y proveedores de servicios
MiCA establece requisitos específicos sobre divulgación de información, gobernanza corporativa y control interno. Se exige a los emisores de ART que mantengan activos de reserva asegurados y separados de otros activos del emisor, y que cumplan con requisitos de capital mínimo basados en sus emisiones.
Para garantizar una gestión de activos transparente, se debe preservar la separación de fondos de reserva, los cuales tienen que ser custodiados por instituciones de crédito calificadas. Además, cualquier incumplimiento puede dar lugar a la obligación de reembolsar a los tenedores de ART con activos de igual tipo.
MiCA también propone supervisar a las instituciones que se consideran sistémicamente importantes y exige una serie de capital mínimo para diferentes tipos de proveedores de servicios. Por ejemplo, las plataformas de comercio deben mantener un capital mínimo de 150,000 euros, mientras que los custodios deben tener al menos 125,000 euros y los otros CASP, 50,000 euros.
Supervisión anti-lavado de dinero
MiCA refuerza los procedimientos para prevenir actividades ilegales y exige medidas exhaustivas para asegurar la integridad del mercado, incluyendo procedimientos KYC (Conozca a su Cliente) y monitoreo de transacciones. Cualquier transferencia de activos criptográficos debe ir acompañada de información personal del remitente y beneficiario, enmarcando un sistema más riguroso que las normativas existentes.
Impacto en el desarrollo y la regulación de activos criptográficos globales
La implementación de MiCA marca un cambio significativo en la regulación global de activos criptográficos. Estas normas impactan no solo el desarrollo del mercado de criptomonedas en la UE, sino que también brindan un modelo a seguir para otras jurisdicciones, contribuyendo a la estandarización y a un futuro más coordinado para la regulación de criptomonedas a nivel mundial. Con el crecimiento vertiginoso en el uso de criptomonedas, es crucial establecer un sistema de gobernanza regulatoria que pueda adaptarse a este panorama cambiante y responder a los nuevos desafíos.
A medida que el mercado global de criptomonedas continúa su expansión, MiCA podría ser el ejemplo central para la regulación futura y el desarrollo de políticas en otros países, apuntando hacia un marco más unificado a nivel global.