La Saga de Craig Wright en el Ámbito de las Criptomonedas
La saga de Craig Wright volvió a aparecer en el ámbito de las criptomonedas esta semana, como suele suceder una vez al año. Sin embargo, esta vez, en lugar de dejar que la discusión se desvíe hacia otro argumento circular sobre identidad, autoría y el libro blanco de Bitcoin publicado en 2008, el CTO de Ripple, David Schwartz, intervino con una refutación breve pero contundente que devolvió la conversación al registro público que ha seguido al autoproclamado Satoshi durante años.
El Argumento de Wright y la Refutación de Schwartz
Todo comenzó con la publicación de Wright, en la que argumentaba que los tribunales civiles no pueden declarar fraude, implicando que cada fallo anterior era solo una opinión y no un hallazgo, lo cual contradice las decisiones legales que afirman que él no es el autor del libro blanco de Bitcoin. Schwartz hizo que desmentir la tesis de Wright fuera fácil de entender. Solo tuvo que referirse a la definición legal del término «fraude», que establece que el fraude no es un umbral criminal inalcanzable, sino un agravio bien definido basado en la tergiversación.
Esto significa que una declaración falsa o imprudente hecha con la intención de que alguien confíe en ella, y que causa daño real, es suficiente para satisfacer el estándar legal. Esta es exactamente la base sobre la cual múltiples jueces evaluaron la conducta de Wright antes de concluir que sus presentaciones incluían documentos falsificados, declaraciones juradas inconsistentes e intentos de engañar al tribunal.
Conclusiones sobre la Conducta de Wright
Wright está completamente equivocado sobre lo que constituye el fraude. La conversación cambió inmediatamente, ya que el mercado de criptomonedas ha visto este patrón muchas veces: Wright presenta un nuevo ángulo promocional alrededor de BSV, las presentaciones reaparecen, las palabras de los jueces se citan nuevamente y la narrativa se reinicia en la misma línea base:
«ninguna de las reclamaciones de ‘soy Satoshi’ ha sobrevivido al contacto con los procedimientos formales, y cada intento de reabrir el debate se encuentra con el mismo conjunto de fallos que lo cerraron.»