Condena del CEO de SafeMoon
La condena de un jurado federal al CEO de SafeMoon, Braden John Karony, por cargos de fraude y lavado de dinero ha intensificado la vigilancia de Estados Unidos sobre los promotores de tokens. Mientras tanto, el FBI busca a los inversores defraudados en el proyecto DeFi colapsado.
Investigación del FBI
La semana pasada, el FBI abrió un cuestionario para las víctimas, solicitando a los inversores de SafeMoon que perdieron dinero que enviaran información que pudiera apoyar la restitución y ayudar a identificar el alcance total del fraude. Karony, de 29 años, fue declarado culpable en mayo tras un juicio de dos semanas en Brooklyn, donde los fiscales demostraron que él y sus cofundadores desviaron más de 200 millones de dólares de los fondos de liquidez de SafeMoon, a pesar de las afirmaciones públicas de que los fondos estaban bloqueados e intocables.
Designación de víctimas y confidencialidad
El FBI indicó que las respuestas al nuevo cuestionario ayudarán a los agentes a identificar a los inversores de SafeMoon como víctimas de delitos federales, una designación legal que puede calificarlos para la restitución y servicios. La oficina afirmó que toda la información permanecerá confidencial.
Implicaciones legales y advertencias
«Esta condena envía un mensaje claro de que las promesas de fondos de liquidez y las afirmaciones de tokenomics están sujetas a los mismos estándares de fraude que los valores tradicionales»
afirmó Lionel Iruk, asesor senior de Nav Markets y socio gerente de Empire Legal, en declaraciones a Decrypt. El caso de SafeMoon también establece que «los proyectos DeFi no son inmunes a la aplicación de la ley simplemente porque utilizan contratos inteligentes o tecnología descentralizada», añadió Iruk.
Desafíos en la restitución
Sin embargo, la restitución se complica por los precios de los tokens que fluctúan, registros limitados y la dificultad de rastrear fondos desviados, explicó Iruk.
«La restitución en casos como este es compleja. La valoración es el primer desafío, ya que las víctimas compraron tokens a diferentes precios y momentos, en mercados que son altamente volátiles. Esta situación dificulta establecer lo que significa la restitución de ‘valor justo'»
Otro desafío es rastrear los fondos mal apropiados.
«Incluso si las autoridades incautan fondos, redistribuirlos de manera justa entre miles de tenedores minoristas es un obstáculo logístico y legal»
comentó Iruk, añadiendo que muchos inversores «carecen de registros detallados», lo que complica la elegibilidad y la compensación.
Precedente crítico y futuro de DeFi
La condena establece un precedente crítico, empujando a los creadores de tokens a utilizar DeFi de manera responsable y a diseñar sistemas que protejan a los inversores por defecto, con transparencia y claridad mejoradas en torno a la tokenomics y los contratos inteligentes, afirmó Wesley Crook, CEO de la firma de ingeniería blockchain FP Block, en declaraciones a Decrypt.
Resonando las preocupaciones de Iruk, Crook dijo que lograr una restitución completa puede ser formidable debido a la naturaleza volátil, dispersa y seudónima de las finanzas descentralizadas, lo que hace que las soluciones retrospectivas sean en gran medida ineficaces. En cambio, Crook sugiere que el enfoque debería estar en diseñar sistemas inherentemente resistentes a la manipulación, de tal manera que estos puedan «proteger a los inversores de manera confiable a través de su estructura, en lugar de depender de acciones subjetivas para mantener la integridad.»