Fuse Energy y el Lanzamiento del Token ENERGY
Fuse Energy se prepara para lanzar el token ENERGY con el objetivo de satisfacer la creciente demanda de energía impulsada por la inteligencia artificial (IA). Este aumento en la demanda energética ha llamado la atención de las empresas del sector de las criptomonedas.
El martes 25 de noviembre, la compañía británica Fuse Energy anunció que recibió la aprobación de la Comisión de Bolsa y Valores de EE. UU. (SEC) para el lanzamiento de su token Energy Dollars, según un comunicado de prensa compartido con crypto.news.
«Nuestro objetivo en Fuse Energy es construir una red innovadora y confiable, coordinando incentivos en la cadena para fortalecer la resiliencia de nuestros sistemas de red», afirmó Alan Chang, CEO y cofundador de Fuse Energy.
La firma, cofundada por exejecutivos de Revolut, reveló que la SEC emitió una carta de no acción respecto al lanzamiento del token. Según Fuse, este token será fundamental para escalar la red eléctrica, necesaria debido al aumento de la demanda de centros de datos de IA y otros usos.
«La recepción de esta carta de no acción subraya el compromiso continuo de la SEC de interactuar con proyectos de criptomonedas y proporcionar claridad en este espacio. Esperamos que esto allane el camino para que más equipos desarrollen productos de blockchain verdaderamente útiles, abordando problemas tan significativos como el nuestro», añadió Alan Chang.
El Impacto de la IA en la Demanda Energética
La IA está contribuyendo a un aumento significativo en la demanda de energía. La necesidad de modelos avanzados de IA está en constante crecimiento, lo que a su vez incrementa la demanda energética. Es importante destacar que los nuevos modelos de lenguaje de gran tamaño requieren exponencialmente más energía tanto para su entrenamiento como para sus operaciones regulares.
Por esta razón, se prevé que la IA consuma más energía en un futuro cercano. De hecho, según un informe del Instituto de Energía y Medio Ambiente de Penn State, se estima que los centros de datos podrían representar el 20% del uso energético global para 2030-2035.