Conflictos de Interés en Criptomonedas
Según múltiples fuentes, miembros bipartidistas del Congreso de EE. UU. intentaron incluir una cláusula en la Ley CLARITY esta semana para prevenir conflictos de interés en criptomonedas entre funcionarios en el ejercicio de sus funciones. Esta iniciativa surgió en respuesta a las preocupaciones de los demócratas sobre los lucrativos negocios de criptomonedas del expresidente Trump. Sin embargo, la Casa Blanca rechazó la propuesta la noche del 11 de junio, bloqueando así los esfuerzos de ambos partidos para alcanzar un compromiso sobre el tema.
Detalles de la Cláusula
La cláusula originalmente buscaba restringir al presidente, al vicepresidente, a los miembros del Congreso y a sus familiares inmediatos de controlar, promover o beneficiarse de proyectos de criptomonedas mientras estén en el cargo. Además, se intentó adoptar un lenguaje similar al de las normativas sobre financiamiento de campañas y sistemas de divulgación para mitigar la sensibilidad política.
Propuestas y Rechazos
La enmienda que prohibía específicamente a Trump participar en criptomonedas, propuesta por Maxine Waters, miembro demócrata del Comité de Servicios Financieros de la Cámara, fue finalmente rechazada a las 21:30.
Fuentes indicaron que la Casa Blanca se encuentra negociando un lenguaje alternativo con los republicanos de la Cámara, en un intento por avanzar la Ley CLARITY y la legislación sobre stablecoins antes del receso congresual de julio, de modo que Trump pueda firmarlas en agosto.
Incidencia en el Proceso Legislativo
No obstante, la incertidumbre sobre el apoyo demócrata podría afectar la capacidad del proyecto de ley para ser enviado con éxito al Senado para su deliberación. Según estimaciones de Forbes, Trump ha obtenido una ganancia acumulada de $3.3 mil millones a través de sus proyectos de criptomonedas, elevando su patrimonio neto a $5.6 mil millones. Él y su familia están actualmente involucrados en múltiples proyectos, incluyendo stablecoins, minería de Bitcoin, ETF y DeFi.
Los legisladores demócratas han cuestionado si podría aprovechar su posición política para beneficiarse de sus proyectos privados durante su mandato, lo que complica aún más la legislación.