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La infraestructura en la nube: un desafío para el staking institucional | Opinión

antes de 6 días
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Divulgación: Las opiniones y puntos de vista expresados aquí pertenecen únicamente al autor y no representan las opiniones del editorial de crypto.news.

El capital institucional finalmente está fluyendo hacia el sector de las criptomonedas. Primero llegó a través de los ETFs de Bitcoin (BTC) y Ethereum (ETH), pero la próxima frontera es el staking, donde los activos no solo permanecen inactivos, sino que generan rendimiento. Las instituciones exigen crecimiento, cumplimiento y seguridad. Ahora que las criptomonedas son parte de su base de capital, el staking está destinado a convertirse en un pilar estratégico central.

El Problema de la Infraestructura de Staking

Aquí está el problema: la mayoría de la infraestructura de staking aún opera en servicios en la nube compartidos, diseñados para Web 2.0 y aplicaciones de consumo, no para sistemas financieros institucionales. Los servicios en la nube funcionan bien para juegos móviles, pero son terriblemente inadecuados cuando un solo minuto de inactividad puede costar millones.

La mayoría del staking hoy en día se construye sobre una base incorrecta. La mayoría de los nodos validadores (los servidores y sistemas que aseguran las blockchains de prueba de participación y ganan recompensas) todavía se agrupan en los proveedores de nube de consumo de grandes empresas tecnológicas, como AWS, Google Cloud y un puñado de otros. Esto se debe a que son «fáciles» de implementar y familiares para los desarrolladores. Pero mi abuelo solía decir: «El camino fácil generalmente no es el correcto», y tenía razón.

Los Riesgos de la Centralización

Hay un dilema significativo, no tan oculto, para los grandes jugadores tecnológicos. Un solo cambio de política, un ajuste de precios o una interrupción en uno de estos proveedores puede tener efectos en cadena en toda la red, eliminando grandes grupos de validadores de un solo golpe. Y ese es solo el problema de la centralización.

El cumplimiento y el control son otro. Cumplir con los estándares que les importan a las instituciones —como la elección jurisdiccional, SOC2 para la seguridad de datos/información y CCSS para operaciones cripto— es mucho más difícil cuando no controlas la infraestructura física sobre la que opera tu sistema. Las plataformas en la nube están diseñadas para abstraer eso, lo cual es genial para una aplicación meteorológica, pero terrible cuando los auditores vienen a llamar.

Esa misma abstracción también ciega a los operadores sobre lo que realmente está sucediendo bajo el capó. Las métricas clave de rendimiento, como la latencia, las configuraciones de redundancia y la salud del hardware, a menudo están ocultas detrás de la cortina del proveedor, haciendo que las garantías de tiempo de actividad sean poco más que conjeturas educadas.

La Solución: Infraestructura Bare-Metal

Por eso, a medida que el staking se traslada al dominio institucional, la infraestructura bare-metal está tomando la delantera. Ejecutar validadores en máquinas dedicadas proporciona a los operadores un control total sobre el rendimiento, ofreciendo visibilidad en tiempo real. Nada está oculto detrás del panel de un proveedor o encerrado dentro de una capa de abstracción.

A gran escala, el bare metal también es más rentable para las cargas de trabajo de staking que alquilar porciones de nube de propósito general. La economía puede ser engañosa al principio: lo que comienza como una forma más barata de probar una idea en AWS se convierte en un método costoso para operar en producción.

Luego está el cumplimiento. Los auditores quieren cadenas de control transparentes y documentadas sobre cada componente en tu entorno. Con bare metal, puedes probar dónde están tus servidores, quién puede acceder físicamente a ellos, cómo están asegurados y qué medidas de redundancia están en su lugar.

El Futuro del Staking Institucional

En la próxima ola de debida diligencia, los proyectos que aún dependen de la infraestructura en la nube compartida tendrán dificultades para superar el umbral. Aquellos que combinen la descentralización física con la transparencia operativa serán los que ganen capital serio.

A medida que el staking evoluciona hacia una estrategia genuina para las instituciones, la infraestructura detrás de él determinará quién gana confianza y quién se queda atrás. Las configuraciones basadas en la nube pueden haber alimentado el crecimiento temprano de cripto, pero están muy por debajo de los estándares que exige el capital serio.

Las instituciones no están construyendo juegos o mercados de NFT; están gestionando riesgos, cumplimiento y flujos de capital. Eso cambia la definición de «descentralizado». No es suficiente distribuir nodos a través de diferentes billeteras y jurisdicciones. Esos nodos deben ser confiables, transparentes y resilientes.

Los proyectos que reconozcan este cambio ahora y se apresuren a construir infraestructura de grado institucional serán los que capturen el potencial a largo plazo.

Thomas Chaffee