Desafíos en la Regulación de Ecosistemas Composables
Gobernar ecosistemas composables, sin fronteras y programables con reglas diseñadas para sistemas financieros simples y estáticos presenta un desafío fundamental. Solo en el último año, las plataformas de finanzas descentralizadas (DeFi) retuvieron más de 60 mil millones de dólares en activos criptográficos bloqueados en sus protocolos. Sin embargo, la mayoría de las jurisdicciones aún carecen de una definición clara de lo que es una organización autónoma descentralizada (DAO). Esta confusión está ralentizando la innovación y socavando la credibilidad de las instituciones regulatorias.
La Confusión Regulatoria y sus Consecuencias
Los legisladores todavía asumen que hay un actor centralizado que se puede licenciar, auditar o citar. Sin embargo, las DAOs son intencionalmente descentralizadas, los contratos inteligentes operan de manera autónoma y los activos en cadena pueden moverse sin permiso. Aunque los reguladores de EE. UU. han comenzado a apuntar a los protocolos bajo las leyes de valores existentes, los tribunales luchan por determinar si el software autónomo puede ser considerado responsable.
Las herramientas regulatorias heredadas no fueron diseñadas para supervisar sistemas que evolucionan en tiempo real. Estos desafíos han llevado a los reguladores de todo el mundo a intentar nuevos enfoques para la regulación cripto. A nivel global, los Mercados en Criptoactivos (MiCA) están intentando proporcionar un marco unificado para la regulación en la UE, llegando incluso a restringir el uso de tokens como el USDt de Tether que no cumplen con sus estándares.
Iniciativas en EE. UU. y sus Limitaciones
En EE. UU., la SEC y la Comisión de Comercio de Futuros de Materias Primas han presentado acciones legales contra participantes de DAO y protocolos DeFi. Algunos estados de EE. UU., como Wyoming, incluso han aprobado leyes para otorgar a las DAOs una especie de estatus corporativo. Sin embargo, estos esfuerzos parecen estar profundamente limitados y dependen en gran medida de la aplicación retroactiva, lo que resulta en un efecto paralizante donde los creadores dudan en avanzar, el capital permanece inactivo y las regulaciones están en una persecución del gato y el ratón que no beneficia a nadie ni resuelve el problema real.
La Necesidad de una Nueva Infraestructura de Políticas
Gobernando software a través de cumplimiento embebido. ¿Cómo dejamos de perseguir? La respuesta radica en algún tipo de solución de política como código. En lugar de intentar encajar tecnologías descentralizadas en sistemas legales tradicionales, necesitamos una nueva infraestructura de políticas que sea tan composable y programable como las tecnologías que necesita supervisar.
Debemos construir capas de cumplimiento directamente en el código e incrustar la lógica regulatoria dentro de la infraestructura de los protocolos DeFi. Así como los instrumentos financieros en cadena ahora están compuestos de módulos interoperables, un protocolo de préstamos debería poder integrar módulos de cumplimiento específicos para satisfacer sus necesidades jurisdiccionales.
El Potencial del Cumplimiento Embebido
Una tesorería de DAO debería poder auto-reportar eventos fiscales a medida que ocurren. Un protocolo de stablecoin debería poder hacer cumplir listas de sanciones a través de pruebas de conocimiento cero o atestaciones en cadena, y así sucesivamente. Algunos proyectos ya están desarrollando componentes para el cumplimiento en cadena y la preservación de la privacidad. Otros proyectos están construyendo arquitecturas con permisos para alinearse con las demandas regulatorias.
Incluso los intercambios centralizados están explorando rieles de cumplimiento en cadena que podrían aplicarse a protocolos descentralizados. La claridad legal es la clave para el pleno potencial de DeFi. Desde un punto de vista de mercado, el cumplimiento embebido tiene el potencial de reducir el riesgo de DeFi, atrayendo a nuevos inversores y usuarios por igual.
Desafíos y Riesgos de la Política como Código
La claridad legal al incrustar políticas directamente en la infraestructura reduciría la brecha de aplicación y mejoraría las protecciones al consumidor. Para los desarrolladores, desbloquea la composabilidad de los regímenes regulatorios, permitiéndoles seleccionar entre plantillas jurisdiccionales como lo hacen con los componentes de UI, adaptando su base de código en tiempo real para cumplir con políticas en evolución.
No más adivinanzas sobre si su token de DAO es un valor, no más preguntas sobre si un protocolo está sujeto a requisitos de informes, y menos dependencia de costosas interpretaciones legales. Aunque la política como código suena muy ventajosa, la política programable tiene sus propios riesgos. Al igual que en cualquier otro entorno conectado, el código puede ser explotado.
Conclusión: La Encrucijada de DeFi y la Regulación
Estamos en una encrucijada: ya sea reimaginando la intersección entre DeFi y la ley o permitiendo que la brecha entre la regulación y la innovación sin permisos se amplíe. Un camino conduce a unas finanzas inclusivas, eficientes y transparentes gobernadas por reglas que todos pueden ver y entender. El otro camino conduce a mercados grises, caos en la aplicación y fuga de capitales.
La política debe evolucionar y adaptarse modularmente a nuevas estructuras, lógicas y ecosistemas. La clave para desbloquear eso es gobernar el software con software.
Este artículo es solo para fines informativos y no está destinado a ser ni debe ser considerado como asesoramiento legal o de inversión. Las opiniones, pensamientos y puntos de vista expresados aquí son solo del autor y no reflejan necesariamente las opiniones y puntos de vista de Cointelegraph.