Introducción a la Ciberdelincuencia en el Sudeste Asiático
Las pandillas transnacionales de ciberdelincuencia en el sudeste asiático continúan en expansión, ampliando su alcance a través de criptomonedas y servicios personalizados de blockchain, según informa la ONU. La ciberdelincuencia en esta región está llevando su operativa a niveles alarmantes, con las criptomonedas en el centro de sus crecientes estafas. A pesar de que las autoridades han intensificado sus esfuerzos, estas redes criminales se están extendiendo a nivel global, formando un enredo que va desde Birmania hasta México, de acuerdo con el informe de las Naciones Unidas.
Impacto Económico de la Ciberdelincuencia
Los datos indican que el sudeste asiático se ha convertido en el hogar de algunas de las operaciones de ciberdelincuencia más grandes y rentables del mundo, con las criptomonedas desempeñando un papel clave. El informe destaca que la industria de los ciberdelitos en la región ha superado a otros crímenes transnacionales debido a su escalabilidad y su capacidad para alcanzar a millones de víctimas potenciales en línea. En 2023, se estima que se perdieron hasta 37 mil millones de dólares por fraudes cibernéticos solo en el este y sudeste asiático, con una parte significativa de estas pérdidas vinculadas a estafas relacionadas con criptomonedas.
La Propagación de las Redes de Estafa
Benedikt Hofmann, representante regional interino de la ONU para el sudeste asiático, comentó a Reuters que estas operaciones se están propagando “como un cáncer”.
La pseudoanonymidad y el alcance global de las criptomonedas han dificultado cada vez más que los gobiernos puedan contener este problema. A medida que las fuerzas del orden intensifican sus esfuerzos en centros de estafa conocidos, las redes simplemente se reubican a lugares más remotos o trasladan sus operaciones en línea, utilizando tecnologías como internet satelital Starlink para eludir las represalias gubernamentales.
La Diversificación de las Operaciones Criminales
“Esta [escala de la red de estafas en el sudeste asiático] ha ido mucho más allá de la construcción y gestión de centros físicos de estafa, incluyendo plataformas de juegos de azar en línea, servicios de software, procesadores de pago no autorizados y exchanges de criptomonedas, así como plataformas de comunicación cifrada y, más recientemente, stablecoins, redes blockchain y mercados en línea ilícitos, a menudo controlados por las mismas redes criminales”.
señala la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito. El informe también destaca el creciente uso de exchanges de criptomonedas ilícitas para facilitar estas estafas, como el caso de Huione Guarantee, que ahora ha sido rebautizada como Haowang.
Crecimiento y Uso de Plataformas Ilegales
Huione Guarantee se ha convertido en un punto clave para el fraude habilitado por ciber. A través de vínculos con Camboya y otros países, esta plataforma ha procesado decenas de miles de millones de dólares en transacciones de criptomonedas desde 2021. Se estima que los proveedores de Huione Guarantee han recibido flujos de entrada que suman al menos 24 mil millones de dólares en los últimos cuatro años.
El auge de plataformas como Huione Guarantee y su uso de criptomonedas resalta la intersección creciente entre las monedas digitales y la ciberdelincuencia global, actuando como tiendas de conveniencia para los criminales al ofrecer tecnología, infraestructura y herramientas financieras necesarias para llevar a cabo estafas a gran escala.
Colaboraciones Internacionales y Nuevas Amenazas
No obstante, el creciente uso de criptomonedas en estafas no se limita solo al sudeste asiático. Las organizaciones criminales están colaborando con redes en América del Sur, Europa del Este y África, ampliando el alcance de sus operaciones fraudulentas, advierte la ONU. Solo en Estados Unidos, las estafas relacionadas con criptomonedas llevaron a pérdidas de más de 5.6 mil millones de dólares en 2023.
El informe sostiene que el sudeste asiático se ha convertido en un caldo de cultivo para los crímenes en línea, principalmente debido a la gobernanza relativamente débil en ciertas áreas. Esto ha llevado al establecimiento de enormes complejos de estafas en países como Birmania, Camboya y Laos, donde decenas de miles de personas traficadas trabajan en condiciones forzadas.
La Necesidad de Acción Internacional
El informe de la ONU identifica a víctimas de más de 55 países, principalmente de Asia y África, que son explotadas en operaciones fraudulentas. A pesar de los esfuerzos continuos por cerrar estas operaciones fraudulentas, el informe advierte que los sindicatos se están adaptando.
“Se han observado diversas entidades competidoras con vínculos criminales conocidos que están expandiendo sus negocios de servicios de activos virtuales”.
Estos desarrollos han llevado a llamados internacionales para una cooperación más robusta entre gobiernos para combatir la creciente amenaza planteada por los sindicatos de ciberdelincuencia, ya que la falta de atención al problema podría tener consecuencias sin precedentes para el sudeste asiático, repercutiendo a nivel global, advirtió la ONU.