Introducción
La reciente directiva de la Agencia Federal de Financiamiento de la Vivienda (FHFA) para explorar cómo podría incluirse la criptomoneda en las evaluaciones de riesgo de hipotecas de una sola familia es un paso bienvenido y muy necesario. Si se implementa, podría permitir a los titulares de criptomonedas a largo plazo utilizar sus activos digitales al calificar para una hipoteca sin verse obligados a liquidarlos. Para alcanzar su potencial, las propuestas resultantes deben reflejar cómo funciona realmente la criptomoneda, lo que implica reconocer la legitimidad de los activos digitales en autocustodia.
Una mala interpretación de la directiva de la FHFA
Algunos ya han malinterpretado la directiva, que requiere que las criptomonedas estén custodiadas en un intercambio regulado en EE. UU. para ser consideradas. Esto sería un grave error y contrario al texto claro de la directiva.
«Los activos digitales… deben ser capaces de ser evidenciados y almacenados en un intercambio centralizado regulado en EE. UU., sujeto a todas las leyes aplicables.»
La frase «capaz de ser almacenado» es clara. La directiva exige que los activos sean verificados y manejados de manera segura a través de una infraestructura regulada en EE. UU., no que se prohíban los activos mantenidos en otros lugares. La verificabilidad debe ser el estándar, no un modelo específico de custodia.
El caso de seguridad para la autocustodia
La autocustodia no es una actividad marginal en el ámbito de las criptomonedas; es la base de la arquitectura y seguridad del sistema. En comparación con los intercambios centralizados, una autocustodia bien gestionada puede ofrecer una transparencia, auditabilidad y protección superiores. Los colapsos de importantes custodios e intercambios centralizados han demostrado cuán real puede ser el riesgo de contraparte.
Los activos autocustodiados, debidamente documentados, pueden ser completamente auditables, ya que los registros en cadena demuestran el saldo y la propiedad. También ofrecen un mayor nivel de seguridad, ya que el almacenamiento en frío y las billeteras no custodiales reducen los puntos únicos de falla. Además, los activos en autocustodia son verificables, con herramientas de terceros ya disponibles para atestiguar las tenencias de billeteras y el historial de transacciones.
Si los responsables de políticas excluyen estos activos de la suscripción de hipotecas simplemente porque no están custodiados en un intercambio, corren el riesgo de incentivar prácticas menos seguras y penalizar a los usuarios por hacer las cosas correctamente en el ámbito cripto.
Un marco que apoye la innovación
Hay un mejor camino. Cualquier marco de hipoteca cripto sólido debería permitir tanto tenencias en autocustodia como custodiales, siempre que cumplan con los estándares de verificabilidad y liquidez. También debería aplicar descuentos de valoración apropiados (recortes) para tener en cuenta la volatilidad.
Otro requisito clave es limitar la participación de la criptomoneda en las reservas totales utilizando un enfoque estándar de riesgo basado en niveles.
Finalmente, debería exigir una documentación clara de los métodos de verificación y precios, independientemente del tipo de custodia. Este enfoque ya se aplica a activos volátiles como acciones, monedas extranjeras e incluso acciones privadas. La criptomoneda no debería ser tratada de manera diferente.
No fuerces a la criptomoneda en modelos obsoletos
Esta directiva tiene el potencial de modernizar la financiación de la vivienda para una era digital. Sin embargo, debe evitar la trampa de forzar a la criptomoneda a imitar modelos tradicionales solo para ser entendida.
No necesitamos aplanar la descentralización para encajar en viejas cajas de riesgo. Solo necesitamos formas inteligentes de verificarlo. Hagamos esto bien, no solo para los titulares de criptomonedas, sino también para la integridad del sistema hipotecario en sí.
Este es solo un ejemplo de un desafío más grande que enfrenta la nueva política de criptomonedas. Desde la presentación de informes fiscales hasta la clasificación de valores, demasiadas reglas se redactan asumiendo que todos los usuarios dependen de intermediarios centralizados. Millones de participantes eligen la autocustodia o plataformas descentralizadas porque valoran la transparencia, la autonomía, la falta de intermediarios tradicionales y la seguridad. Otros prefieren los custodios regulados que ofrece la centralización.
Ambos modelos son legítimos, y cualquier marco regulatorio efectivo debe reconocer que los usuarios seguirán demandando diferentes opciones.
Conclusión
Una educación técnica más profunda sobre la tecnología descentralizada es esencial para cerrar esta brecha. Los responsables de políticas y reguladores necesitan una comprensión más profunda de cómo funciona la descentralización, por qué la autocustodia es importante y qué herramientas existen para verificar la propiedad sin depender de terceros.
Sin esta base, futuras directivas, declaraciones, regulaciones y legislaciones corren el riesgo de repetir el mismo error, que pasa por alto grandes segmentos del ecosistema y no tiene en cuenta la gama completa de participantes de la industria cripto.
Este artículo es solo para fines de información general y no está destinado a ser ni debe ser considerado como asesoramiento legal o de inversión. Las opiniones, pensamientos y puntos de vista expresados aquí son solo del autor y no reflejan necesariamente las opiniones y puntos de vista de Cointelegraph.