Divulgación
Las opiniones y puntos de vista expresados aquí pertenecen únicamente al autor y no representan las opiniones de la editorial de crypto.news.
Preocupaciones de los Bancos
Los bancos más grandes de Estados Unidos están preocupados. No por una crisis financiera, ni por ciberataques, ni por choques geopolíticos. Su temor radica en las stablecoins que generan rendimiento y pagan intereses a los clientes. Este miedo es la razón por la que han luchado con uñas y dientes para mantener estas stablecoins fuera de la Ley GENIUS y por la que ahora presionan a los reguladores para que detengan a plataformas como Coinbase de ofrecer recompensas a los tenedores de stablecoins.
La Narrativa de Wall Street
Wall Street sostiene que las stablecoins que generan rendimiento provocarán una fuga de depósitos, lo que desestabilizaría el crédito y pondría en riesgo todo el sistema financiero. Esta es la misma narrativa que hemos escuchado innumerables veces: cuando se introdujeron los fondos del mercado monetario en la década de 1970, cuando las cuentas de corretaje en línea se hicieron comunes en la década de 1990 y cuando las aplicaciones fintech emergieron en la última década. En cada ocasión, los bancos se equivocaron.
El Verdadero Motivo del Temor
Lo que realmente está en juego aquí es simplemente la cuota de mercado. Las stablecoins que generan rendimiento amenazan el festín anual de $200 mil millones en tarifas por transacciones y depósitos de rendimiento casi nulo de la industria bancaria. En lugar de competir con los nuevos entrantes, los bancos quieren que los reguladores frenen y protejan su negocio.
Despojando la retórica sobre la protección del consumidor, la verdadera razón por la que los bancos temen a las stablecoins que generan rendimiento se vuelve evidente: el dinero.
Impacto en la Competitividad
Estas preocupaciones son comprensibles, pero hacer lobby para mantener el campo de juego a favor del sector bancario terminará perjudicando la competitividad de EE. UU. a largo plazo. El verdadero peligro es que los bancos y reguladores estadounidenses sofocarán la innovación y la trasladarán al extranjero. En un sistema financiero global, los consumidores e inversores ya no están limitados a productos nacionales.
La Respuesta de los Bancos
Si EE. UU. impide que las stablecoins que generan rendimiento existan en su territorio, los clientes simplemente se volverán hacia emisores extranjeros. Eso sería un escenario de pérdida total: los consumidores estadounidenses aún tendrían acceso a estos productos, pero la innovación, la base tributaria y la supervisión regulatoria migrarían al extranjero.
La Historia se Repite
Ya hemos visto este escenario manifestarse hasta cierto punto con stablecoins que no ofrecen ningún rendimiento: Tether, una empresa de stablecoin con sede en El Salvador, indudablemente domina el campo hasta el día de hoy. Si los bancos de EE. UU. quieren seguir siendo competitivos, necesitan dejar de hacer lobby en contra de la innovación.
Argumentos de los Bancos
¿Qué hay de las afirmaciones de los bancos de que las stablecoins que generan rendimiento amenazan la estabilidad del sistema financiero? Este argumento es absurdo por la simple razón de que los clientes estadounidenses ya tienen acceso a instrumentos financieros de alto rendimiento. Los fondos del mercado monetario, los bonos del tesoro y los depósitos intermediados ofrecen rendimientos mucho más altos que la cuenta corriente promedio.
Conclusión
Las stablecoins que generan rendimiento son solo una versión del siglo XXI de los fondos del mercado monetario. Representan un nuevo tipo de instrumento financiero que obliga a los actores tradicionales a modernizarse. En el fondo, este debate es sobre el espíritu de la competencia. Las stablecoins son simplemente las más recientes en una larga serie de innovaciones que los bancos inicialmente resistieron pero que finalmente aprendieron a coexistir. Cada vez, las predicciones de desastre resultaron falsas. Cada vez, el sistema financiero se adaptó.
Las stablecoins que generan rendimiento no colapsarán el sistema bancario; lo desafiarán. Y a largo plazo, eso es algo positivo.
Si realmente creen en la fortaleza de las finanzas estadounidenses, la elección debería ser obvia.