Advertencia sobre la Deuda y las Tasas de Interés
La experta en macroeconomía Lyn Alden ha emitido una grave advertencia, afirmando que la Reserva Federal ha perdido efectivamente el control de la expansión de la deuda en Estados Unidos. En su intervención en la Conferencia Bitcoin 2025 en Las Vegas, Alden explica cómo la Fed, tradicionalmente, controla el crecimiento del crédito en el sistema financiero estadounidense. La estrategia común ha sido elevar las tasas de interés con el objetivo de frenar el crecimiento del crédito y la inflación, una técnica que, según subraya, ha sido efectiva durante varias décadas.
Un Punto de Inflexión
No obstante, Alden advierte que EE. UU. ha llegado a un punto de inflexión en el cual la deuda nacional es tan monumental que aumentar las tasas de interés, en un intento por frenar la expansión del crédito, empuja al gobierno a endeudarse aún más. Esto provoca que la deuda pública crezca a un ritmo incluso más acelerado que la posible reducción de la deuda privada.
«El problema es que, hace varias décadas, cuando la deuda federal era baja y la mayor parte de la creación de dinero provenía del sector privado, cada vez que se aumentaban las tasas de interés se ralentizaba el crecimiento del crédito. La desaceleración del sector privado ocurría más rápidamente que el aumento de los déficits fiscales. Sin embargo, el problema actual es que la deuda de EE. UU. representa el 100% del PIB, algo que solo ha ocurrido en los últimos años. Cuando aumentan las tasas de interés, irónicamente, el déficit crece a un ritmo más acelerado de lo que se ralentiza el crecimiento del crédito del sector privado. En esencia, esto significa que ya no hay frenos. «Nada detiene este tren porque ya no hay frenos conectados a él».
Desafíos en el Gasto por Intereses
Alden también destaca que el país enfrentará dificultades extremas para gestionar el gasto por intereses de su deuda nacional, que asciende a 36.22 billones de dólares. «Estamos en un entorno donde, por primera vez en décadas, las tasas de interés ya no están disminuyendo de manera estructural, y los niveles de deuda son muy, muy altos. Son los más altos que han estado desde la década de 1940. Así, el gasto por intereses se está convirtiendo, por primera vez, en una parte muy significativa del gasto federal, y no existe una solución fácil para controlar esta situación. Si se reducen las tasas de interés a niveles muy bajos, todos querrán invertir en activos escasos. Sin embargo, si se mantienen altas las tasas de interés, el déficit federal seguirá inflándose.»